Si bien podés pensar en la ciencia ficción y la imaginación cuando escuchás acerca de la IA, el futuro de la Inteligencia Artificial en odontología es muy, muy real.
INTELIGENCIA ARTIFICIAl (IA)
Algunos de nosotros recordamos el amigo robótico Daneel en la serie «Robots» y luego “Fundación” de Azimov. Otros rastrearán la visión de la ciencia ficción de las máquinas autónomas inteligentes hasta el día en que Skynet tomó conciencia de sí mismo y se volvió hacia la humanidad en las películas de «Terminator».
El término inteligencia artificial (IA) y la búsqueda oficial de máquinas inteligentes en la comunidad científica en realidad data de una conferencia de 1956 de investigadores de Dartmouth e IBM.
La IA de hoy está invadiendo nuestras vidas cotidianas, aunque de maneras más sutiles, como los asistentes digitales como Alexa y Siri. ¡Y ahora, la Inteligencia Artificial en odontología ha llegado!
Fácil para los dentistas … difícil para HAL
NOSOTROS
Pensá en una tarea diaria que, como dentistas, consideramos rutinaria y relativamente simple: encontrar caries en los rayos X. De hecho, al hacerlo estamos «procesando» conversaciones con el paciente, la historia del paciente, imágenes radiográficas complejas y matizadas, y nuestro examen intraoral directo.
También estamos aprovechando nuestra capacitación, que incluye nuestra educación dental y haber diagnosticado miles de radiografías durante años en la práctica. Aun así, se estima que nuestra tasa de diagnóstico erróneo de caries por rayos X puede ser del 20 por ciento o más.
LAS MÁQUINAS SE LEVANTAN
Para que las máquinas realicen tareas como leer radiografías, deben estar «entrenadas» en enormes conjuntos de datos para reconocer patrones significativos.
Deben ser capaces de comprender nueva información en forma de lenguaje hablado, texto escrito o imágenes con el contexto y los matices adecuados.
Finalmente, deben poder tomar decisiones inteligentes con respecto a esa nueva información y luego aprender de los errores para mejorar el proceso de toma de decisiones.
Para que un sistema de IA tenga un beneficio práctico en el mundo real, todo esto debe ocurrir casi al mismo tiempo que un ser humano puede realizar la misma tarea. Hasta hace muy poco, las aplicaciones de la IA a gran escala no eran técnicamente viables ni rentables, por lo que la realidad de la IA aún no ha coincidido con las posibilidades.
US & THEM
Cualesquiera que sean los desafíos tecnológicos, las máquinas ofrecen algunas ventajas claras. Las computadoras no son parciales.
Como humanos, tenemos sesgos innatos y podemos juzgar las cosas prematuramente.
Las computadoras solo consideran los datos que se proporcionan. Las máquinas tampoco se cansan. Podemos trabajar durante cuatro o cinco horas seguidas antes de fatigarnos; las máquinas trabajan 24/7 sin pausas para el café.
Otra ventaja es que las máquinas no se aburren. Las tareas que con mucho gusto descargamos son monótonas y repetitivas.
Finalmente, las máquinas son rápidas.
APRENDIZAJE (¿Sui Generis?)
Si bien los sistemas actuales de inteligencia artificial son en gran parte unidimensionales basados en la tarea específica para la que están entrenados y programados (por ejemplo, leen radiografías y predicen las ubicaciones de caries), a menudo son mucho más rápidos en esa tarea que los humanos.
Los últimos cinco años han marcado la evolución de la era moderna de la inteligencia artificial, que se está introduciendo a pasos agigantados.
Los dentistas en realidad tienen acceso a una plataforma de IA de aprendizaje profundo para detectar caries en este momento. Odontología.AI, en las últimas etapas de la evaluación clínica, permite que cualquier dentista con licencia se registre como investigador y utilice el sistema.
IA EN EL HORIZONTE DENTAL
Con la capacidad de analizar un gran número de imágenes de diagnóstico como rayos X, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, sistemas como este pueden llevar a odontólogos, médicos y radiólogos a las áreas de preocupación más probables, aumentando tanto la velocidad como la probabilidad de detección.
Los analistas predicen que el uso de la inteligencia artificial en la atención odontológica y médica crecerá diez veces en los próximos cinco años.
Con IA, todo el proceso de interpretación se puede automatizar para evaluar la imagen como un todo y detectar las patologías dentales de forma más rápida y precisa. Claramente, el escenario está listo para la rápida proliferación de aplicaciones verdaderamente impactantes de IA en odontología durante el próximo año o dos.
En 10 a 15 años, el uso de tecnologías basadas en la inteligencia artificial en la práctica será tan común y generalizado como lo son actualmente los sistemas de administración de imágenes y de práctica.
LA PRÓXIMA FRONTERA
Con las capacidades más nuevas habilitadas por las técnicas de aprendizaje profundo, AI comenzará a impactar la odontología a nivel clínico también.
La experiencia de primera mano con tecnologías de etapa de desarrollo (es decir, detección de caries) ya ha demostrado el valor potencial de IA en la práctica diaria.
Hemos confirmado que estas herramientas pueden reconocer cosas en las imágenes que incluso el dentista más experimentado puede perder.
Además, hemos visto los resultados retornados casi en tiempo real, lo suficientemente rápido como para incorporarlos a un flujo de trabajo de práctica.
En el futuro, prevemos herramientas de análisis de aprendizaje profundo para imágenes, que ayudan a diagnosticar y planificar el tratamiento de la enfermedad periodontal al permitir la detección temprana de la pérdida ósea y los cambios en la densidad ósea.
La detección de periimplantitis y la intervención temprana es un beneficio probable en la odontología de implantes.
En ortodoncia, los modelos predictivos más sofisticados para el movimiento del diente probablemente mejorarán la planificación del tratamiento digital.
La aplicación de análisis de imágenes de aprendizaje profundo al cáncer oral permitirá una detección más temprana y diagnósticos más precisos con implicaciones que salvan vidas.
CIENCIA FICCIÓN / REALIDAD
La fantasía apocalíptica de ciencia ficción de que estas máquinas y sistemas nos reemplazarán como dentistas no está cerca de la realidad. No todavía.
Sin embargo, es cierto que pronto nos harán mejores dentistas al proporcionar más puntos de datos para nuestra toma de decisiones clínicas.
¡Hay un viaje increíble por delante!