¡Me duele mucho el último molar! Tengo toda la encía y la zona inflamada. Me duele la garganta y las amígdalas. No puedo masticar, me duele al abrir la boca. Empezó de a poco, pero ahora siento hasta escalofríos. ¿Por qué me pasa a mi, que me cuido e higienizo tanto la boca?
Uno de los procesos infecciosos más frecuentes es la inflamación de la encía alrededor del tercer molar (muelas de juicio o cordales). Con mucho menor incidencia, puede darse en otras piezas. Y si te pasa puede molestar mucho, tener consecuencias locales y -con mucho menor frecuencia- hasta repercusiones generales, como cualquier infección.
Pericoronaritis, el proceso
Es una enfermedad bucal que se observa en pacientes jóvenes a partir de las segunda década de la vida, generalmente vinculada a la erupción de tercer molar, pero puede estar vinculada a otro diente.
Esta infección se produce porque al “salir” un diente al medio bucal (y estar aún cubierta parcialmente por encía su superficie coronaria) las bacterias se alojan en ese espacio entre diente y encía. Así se instala una infección, con la consecuente inflamación inmediata de la encía, y pudiendo tener repercusiones en los tejidos blandos adyacentes.
El fuerte dolor y la inflamación de la zona son típicos. Otras manifestaciones, si bien de baja prevalencia, pueden alcanzar la faringe, las amígdalas y otros tejidos blandos cercanos, Si avanza, pueden existir escalofríos y/o fiebre.
¿Qué hago?
Consultá a tu dentista, como es lógico. El diagnóstico de pericoronaritis sólo lo puede hacer un/a profesional de la salud.
Lo más habitual es que te ponga anestésico en gel, te limpie bien la zona con ultrasonido, te trate con láser terapéutico y te indique una medicación antibiótica y antiinflamatoria.
En la gran mayoría de los casos, aunque pueda doler mucho, es un proceso superficial y circunscripto al área de la encía alrededor del molar en cuestión.
Una ayuda
Antes de llegar a tu dentista, y si el proceso lo permite,
1. intentá cepillarte bien la zona sin lastimar.
2. hacé un enjuagatorio fuerte (con Clorhexidina al 0,12%, tipo Periogard o Biodent CFX).
3. Colocá agua oxigenada de 10 volúmenes entre la encía inflamada y el diente. O al menos que unas gotas penetren.
Una vez que remita (puede ser antes) una desepitelización o una gingivoplastia con láser quirúrgico es fundamental. No sólo porque desinfecta profundamente, sino porque remodela la zona y no se vuelve a formar la infección.
«Mantener el cuerpo sano es nuestro deber. De lo contrario, no podremos preservar nuestra mente fuerte y clara» – Buddha.