¿Te imaginas despertar una mañana y descubrir que una mitad de tu cara no responde? La parálisis de Bell puede hacer esto realidad. Esta condición neurológica afecta a miles de personas inesperadamente, dejándolas con preguntas y un rostro inmóvil. ¿Qué es, qué la causa y cómo se trata? En este artículo respondemos a todas tus preguntas.
¿Qué es la Parálisis de Bell?
La Parálisis de Bell es una afección neurológica que provoca una debilidad repentina o parálisis en los músculos de un lado de la cara. Esta condición se produce cuando el nervio facial, también conocido como el séptimo nervio craneal, se inflama o se comprime. El nervio facial controla los músculos faciales, por lo que cualquier daño puede afectar la capacidad de mover la cara, sonreír, parpadear o cerrar el ojo en el lado afectado.
Características principales:
- Debilidad o Parálisis Facial: Ocurre generalmente en un solo lado de la cara.
- Inicio Rápido: Los síntomas suelen aparecer de repente, a menudo durante la noche.
- Dificultad para Cerrar un Ojo: El parpadeo y el cierre del ojo en el lado afectado pueden ser difíciles.
- Cambio en la Expresión Facial: Una sonrisa asimétrica o la incapacidad de levantar una ceja.
- Dolor Detrás de la Oreja: En algunos casos, puede haber dolor alrededor de la mandíbula o detrás de la oreja en el lado afectado.
- Pérdida del Sentido del Gusto: A veces, afecta el sentido del gusto en la parte delantera de la lengua.
¿Cuántas personas tienen Parálisis de Bell? ¿Qué tan común es?
Por un lado, la Parálisis de Bell afecta a aproximadamente 15 a 30 personas por cada 100,000 anualmente en todo el mundo. Esto equivale a decenas de miles de nuevos casos cada año.
En Uruguay, se estima entre 525 y 1,050 nuevos casos de parálisis de Bell cada año. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas cifras son aproximadas y pueden variar.
¿Cuáles son las causas de la Parálisis de Bell?
Aunque la causa exacta de la Parálisis de Bell no se conoce, se cree que está relacionada con infecciones virales, como el virus del herpes simple (que causa el herpes labial), infecciones respiratorias superiores, diabetes, embarazo (especialmente en el tercer trimestre), la enfermedad de Lyme, otitis media, sarcoidosis, el VIH y antecedentes familiares de Parálisis de Bell.
Tratamientos para la Parálisis de Bell
Es importante actuar rápidamente si se sospecha que se posee Parálisis de Bell. El tratamiento temprano puede ayudar a acelerar la recuperación y reducir el riesgo de complicaciones.
En casos severos, la parálisis de Bell puede llevar a daños irreversibles en el nervio facial y complicaciones como movimientos involuntarios en el ojo afectado o sequedad extrema. Afortunadamente, la mayoría de los pacientes experimentan una recuperación gradual y completa con el tiempo, aunque el periodo de recuperación puede variar significativamente.
Láser de baja potencia
El láser de baja potencia (también conocido como terapia láser de baja intensidad o LLLT por sus siglas en inglés) se ha mostrado prometedor en la recuperación de la Parálisis de Bell. Este tratamiento utiliza luz láser de baja intensidad para estimular la curación y la regeneración de los tejidos, incluyendo los nervios y los músculos.
Es una opción muy utilizada por los dentistas en las clínicas odontológicas para tratar el trastorno neurológico.
Además, el tratamiento puede incluir corticoesteroides para reducir la inflamación, medicamentos antivirales para combatir infecciones virales subyacentes, y acupuntura como terapia complementaria.
Otras opciones
Además de los láseres, medicamentos y la acupuntura, las compresas calientes pueden aliviar la tensión muscular y mejorar el flujo sanguíneo en la zona afectada.
También, los ejercicios de estiramiento facial pueden fortalecer los músculos debilitados y mejorar la función facial.
Sin embargo, la eficacia de la acupuntura aún requiere más evidencia científica para ser completamente validada.
Parálisis de Bell: Caso de Angelina Jolie
Angelina Jolie reveló en una entrevista con Vanity Fair en 2017 que sufrió parálisis de Bell en 2016. La actriz y directora explicó que la condición le hizo perder la función en los músculos faciales de un lado de su cara. Jolie atribuyó la causa de su parálisis a un alto nivel de estrés y a la carga de responsabilidades, especialmente tras su separación de Brad Pitt.
Para su recuperación, Jolie mencionó que recurrió a la acupuntura, lo que le ayudó a restaurar la función muscular en su rostro. También habló sobre cómo la experiencia le hizo reevaluar y priorizar su salud y bienestar personal.
Estos casos destacan cómo la parálisis de Bell puede afectar a personas de todos los ámbitos de la vida, incluidos aquellos en el ojo público. La mayoría de estos individuos han logrado recuperarse y continuar con sus carreras exitosamente. Algunos ejemplos son: Angelina Jolie, George Clooney, Pierce Brosnan, Ralph Nader y Amy Brenneman.