El 23 de Diciembre a las 19.00 hs estaba en el supermercado con mi hijo comprando la cena de Nochebuena.
El día y el horario no habían sido mi mejor elección debido a la cantidad de clientes que llenaban el lugar, con el mismo objetivo.
Cuando fuimos por las cajas, en cada una de ellas había una larga fila. Todas ordenadas y contando con personal que agilizaba el trámite. Sin embargo, no era una situación ideal.
Me sorprendió gratamente que el supermercado había dispuesto personal que servía gaseosas refrescantes en vasos descartables entre los que aguardaban su turno en cada fila (sin costo, por supuesto).
En una fila vecina a una clienta se le cayó una botella de cerveza destrozándose. Inmediatamente se acercó personal a limpiar el desaguisado y entregarle una botella nueva de cerveza fría. Y tanto la cajera como el personal que se acercó a limpiar se disculparon por el hecho y se preocuparon por la señora, descartando toda responsabilidad de ella (pese a que ella se disculpaba).
No me pasó desapercibido el hecho, ya que no sólo no cobraron la botella rota, se la repusieron en segundos y resolvieron la situación, sino que la hicieron sentir bien.
¿Hubiera pasado lo mismo en otro sitio? No sé. Nunca lo había pensado hasta ahora. Pero sabemos que no es lo más frecuente, al menos.
Sin embargo, la cerveza tiene el mismo costo o superior en otros comercios.
En ese supermercado la cerveza cuesta igual o menos que en otros comercios, no le cobran si rompe una, le traen otra al instante (fría), tienen personal entrenado para una limpieza rápida, son amables y reparten refrescos sin costo. Y sus productos son de excelente calidad.
¿Cómo hacen?
«La odontología es cara» es una frase que escuchábamos con frecuencia. Pienso que es más acertado decir que hay algunos procedimientos costosos en la odontología.
La excelencia en odontología (como en otros campos de la vida) requiere conocimientos, preparación y capacitación continuas, dedicación, y comprometerse (no solamente involucrarse) con el caso de cada paciente.
Por mencionar algunas de las elementos, la excelencia lleva a muñirse de materiales de muy alta calidad, aparatología de última generación, y de un equipo de especialistas que interactúe para poder ofrecerle la mejor solución a cada paciente, y contando con asistentes y personal con valores humanos y entrenado en lo profesional.
Pero la excelencia en un camino que se transita con esfuerzo, dedicación, paciencia, compromiso, sacrificio y humildad.
«Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito.» (Aristóteles 384 AC-322 AC. Filósofo griego).
Algo que sea de calidad, que tenga un buen precio y que no demande mucho tiempo se considera en general utópico o al menos casi imposible.
Aún más si consideramos que vivimos en un país que no produce la gran mayoría de los productos o tecnologías, y que ha aumentado la distancia con las monedas fuertes del mundo (con las que se compran los materiales en el exterior).
En la Clínica Odontológica buscamos optimizar los servicios, pero además buscamos manejar los costos para que el paciente pueda acceder a una odontología integral con especialistas reconocidos en cada área: ofrecer el mejor servicio, sin que los precios aumenten. Para ello profesionales administrativos y contables ayudan a optimizar el funcionamiento de la clínica para cumplir con los dos objetivos.
Es importante que el diagnóstico, el pronóstico y el tratamiento sean presentados en forma detallada. Una vez que el paciente los comprende y está de acuerdo, se le entrega por escrito el presupuesto del mismo, donde se especifica el costo de cada etapa, con los impuestos incluidos.
Además, la forma de pago, que en mi criterio se debe independizar del tratamiento, es deseable que pueda hacerse mediante varias formas para que el paciente elija con la que se sienta más cómodo: tarjetas de crédito o débito, cheques, efectivo, o de la forma que la clínica de elección ofrezca.
Pero tenga en cuenta que la prevención es lo que va a evitarle gastos de dinero y de salud. Una visita al odontólogo cada medio o un año para una limpieza y un chequeo, un buen cepillado 3 veces al día (o de acuerdo a su dentista) con cepillo y crema dental especialmente elegidos para su caso, hilo dental y una buena dieta son la base del éxito en salud bucal.
La experiencia en el supermercado es un buen ejemplo: mejor servicio al mismo o menor costo. Con refrescos incluidos.