¿Le han dicho que no puede colocarse implantes? ¿O que su hueso es insuficiente o de mala calidad? ¿O que su caso necesitaría de injertos? Quizás hoy no debamos ser tan tajantes. Actualmente, si vamos a sustituir un diente o varios por implantes contamos con una variedad grande de sistemas.
Más allá de los diseños, los largos, los diámetros o la forma de encastre con el futuro diente, por primera vez en muchísimos años nos planteamos cuál será el material ideal para el caso de nuestro paciente.
Estamos acostumbrados a que todos los implantes confiables son de titanio. Y, por el momento, la casuística y los estudios a largo plazo así lo indican.
Sin embargo, tanto los nuevos de titanio que han evolucionado enormemente, como los nuevos desarrollos en polímeros (un plástico especial) y en circonia, traen nuevas alternativas.
El titanio ha evolucionado
Las superficies de los implantes de titanio ha mejorado sustancialmente en los últimos años.
Actualmente contamos con un triple o cuádruple tratamiento de la superficie, logrando una mejor unión al hueso. Esto se logra mediante un primer arenado muy fino, un doble tratamiento ácido de la superficie, y finalmente un “discreto” depósito cristalino (DCD) de fosfato de calcio. Un claro ejemplo de esto es el nuevo T3 de Biomet, que aúna la características de los excelentes Osseotite y NanoTite anteriores. Se consigue una unión física por microrretenciones a distintos niveles y una unión químico-biógica (si cabe el término) mediante los depósitos cristalinos.
¿Cuáles son sus beneficios? Adherirse (óseointegrarse) mejor al hueso, hacerlo en lugares donde el ancho de hueso es poco (debido a sus formas y diámetros diversos, unirse más rápidamente.
Otras firmas también han conseguido avances importantes en la superficie de sus implantes de titanio.
Algunas lo han hecho trabajando en el mismo sentido del ejemplo antes expuesto; otros han agregado al titanio una capa que lo cubre de hidroxiapatita, u otras materiales como polímeros con tetraciclina (Bottino et al, 2016).
Los SHORT Implants
Entre otros Alpha-Bio, Biomet 3i y Straumann han lanzado al mercado hace unos pocos años implantes sumamente cortos a lo que estábamos acostumbrados. Se trata de implantes de longitudes entre 4 y 6 mm (hay variaciones).
En las extensas revisiones bibliográficas del 2012, Karthikeyan, et al y Annibali et al (journal of Dental Research) coinciden que el éxito de estos implantes cortos es muy grande.
¿Cuáles son sus beneficios? Aprovechar el poco hueso que tenemos cuando la reabsorción es grande (no hay lugar), evitar injertos (no siempre), estabilizar una rehabilitación.
Los implantes de Zirconio
El dióxido de zirconio ha irrumpido en la odontología actual con fuerza, si bien hace décadas que se lo usa para puentes o incrustaciones.
Muy resistente pero poco estético y sin adhesión química al diente tal como la utilizamos hoy, había quedado rezagado por otras “cerámicas”. Recién hace unos años que en Uruguay toma nueva fuerza al traerse la tecnología 3D de las fresadoras y los scanners.
Los fabricantes e investigadores buscaron hacer implantes con óxido de aluminio (Al2O3) lo más duro en cerámicas antes del zirconio, y hoy están apareciendo en implantes de dióxido de zirconio (ZrO2) y combinaciones, como el CeraRoot creado en 2005, o el Straumann Pure Ceramics y otros.
Sin embargo en el Journal de Investigación Clínica de Mayo 2016, se previene que los implantes de zirconio ofrecen una alternativa potencial a los de titanio, se debe ser consciente de la falta de conocimiento con respecto a los resultados a largo plazo. Hay autores que han advertido sobre fracturas y otros problemas en su colocación: Reham B. Osman y Michael V. Swain hicieron un estudio muy completo en 2015 entre zirconio y titanio.
¿De plástico?
Si. Y no es nuevo. En 1975 Leigh publica una investigación sobre un polímero (PMMA) para implantes.
Hace pocos días Nicolas Chahpazoff al regreso de su viaje a Francia (él es francés), conversando sobre algunos de los pacientes que tenemos en común, me hizo saber sobre los implantes de “plástico”.
La importancia radica en evitar las corriente galvánicas (o microgalvánicas) estudiadas por la Odontología Neurofocal, entre otras disciplinas.
Existen en el mercado mundial, y un ejemplo es la firma francesa Biopik Implant, la que desarrolló varios modelos.
Hay también estudios en la Universidad de Baja California que buscan aportar a esta nueva generación de implantes: han fabricado un implante con un polímero impregnado de partículas cerámicas y vitamina D aún más resistente que los de titanio en las pruebas de laboratorio, así como otras bondades. Esperemos que las pruebas clínicas lo confirmen.
No hemos encontrado estudios científicos que avalen lo expuesto sobre los polímeros aún.
Seguiremos estudiando este tema como otros, pero lo cierto es que lo seguro hoy son los implantes de titanio, y existen posibilidades con los de zirconio o zirconio estabilizado con Itrio.
Lo cierto es que usted hoy puede colocarse mejores implantes que hace unos años.
La ciencia avanza. También con los implantes.
“He escogido un género (el periodismo) donde las voces humanas hablan por si mismas” Svetlana Aleksiévich 1948, Stanislav, Ucrania-Bielorrusia, Premio Nobel de Literatura en 2015.