Por qué tengo mal aliento? Me cepillo muy bien los dientes, encías y lengua. Es suficiente con un buen cepillado? Cuándo una limpieza de boca es correcta? Tiene que ver la dieta?
La película de la lengua y una higiene oral insuficiente, como el cepillado irregular de la lengua, están entre las principales razones del mal aliento bucal. Eso lo sabemos más que bien. Hasta el hartazgo. El dentista lo repite en cada sesión y antes de eso nuestros padres también nos «motivaban» con la higiene bucal.
Pero igual tengo mal aliento! Y me hice limpiezas bucales, y uso el hilo dental contorsionándome frente al espejo del baño, y los enjuagues y todo eso. Qué hago?
Cuáles son las causas del mal aliento?
Más allá de lo mencionado antes como la higiene de dientes, encías y lengua, existen otras causas que debemos enfrentar de otras formas.
Una muy común es la enfermedad periodontal o piorrea, que aunque sea incipiente causa mal olor. Es un problema crónico que pudo haberse instalado en nuestras encías (y más allá) por diversas causas: bajas defensas por estrés, por ejemplo.
Se puede tratar y eliminar, volviendo a tener la boca sana.
Qué otras causas hay?
Son muchas las causas. Hay causas bucales y muchas que no lo son.
Dentro de las bucales, podemos citar restauraciones en mal estado o con mal ajuste, caries, inflamación de las encías, abscesos, boca seca (falta de saliva), prótesis, placas de descanso y la higiene insuficiente y la enfermedad periodontal, que vimos antes.
Otras incluyen infección de la garganta, consumo de ciertos medicamentos, algunos suplementos vitamínicos, reflujo gastroesofágico, y la alimentación, entre otros.
Cómo influye la alimentación?
Estar a dieta no controlada por un especialista en nutrición, puede traernos cetosis, un problema metabólico que tiene un mal aliento característico.
Consumir tabaco y alcohol es otra causa. O ingerir alimentos de fuerte olor.
Qué tiene que ver el desayuno?
Hace una semana el Dental Tribune difundió un estudio en 665 adolescentes realizado en Japón indica que saltarse el desayuno contribuye igualmente al desarrollo del mal aliento.
Una encuesta y examen clínico, que incluyó la evaluación de la saburra y el estado del mal aliento oral, indicó que 173 participantes (26%) tenían mal olor oral, de lo que casi el 55% era consciente.
Los investigadores observaron que los participantes que omiten el desayuno eran 1,7 veces más propensos a tener mal olor oral que los que desayunaban. Los que no se limpiaban la lengua diariamente eran también 1,7 veces más propensos a tener mal aliento en comparación con aquellos que practican este comportamiento.
En conclusión, una gestión adecuada de la saburra junto con otros hábitos de vida saludables, como desayunar en particular, deben ser defendidos en la educación de salud de los adolescentes, afirman los investigadores.
El estudio, titulado «Mal olor oral entre los adolescentes y su asociación con el comportamiento y el estado de la salud oral», fue publicado online en la revista International Journal of Dental Hygiene antes de impresión. Se llevó a cabo en la Universidad Médica y Dental de Tokio en colaboración con la Universidad Nacional de Malasia en Kuala Lumpur.
En conclusión?
Conocer la causa y tratarla es básico. Una solución para algunos casos o una ayuda importante para otros es una correcta limpieza bucal. Mantener una sonrisa sana es fundamental.
«Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada». William Shakespeare (1564 – 1616).
Se afirma que el mal aliento es el peor enemigo del deseo sexual, así como un escollo en la vida de relación.
Cada cuánto me tengo que hacer una limpieza?
Depende de cada paciente: algunos cada 6 meses y otros cada año debemos hacernos una limpieza de boca profunda, con ultrasonido piezoeléctrico, desinfección con láser y tecnología de aire/microgotas con los productos adecuados a su caso.
Los pacientes se sorprenden del resultado, de la técnicas, de los productos utilizados y de las indicaciones posteriores.
Además de la seguridad de la limpieza profunda, una sensación de confort y frescura nos queda en la boca.
Y manteniendo la higiene con los productos que indicará el odontólogo para nuestro caso, mantendremos la frescura, una sonrisa y un buen aliento.