Mis dientes están bien (eso creo), pero están largos porque las encías se han corrido, dejando las raíces al aire. Además tengo más sensibilidad al frío, y me parece a veces que se mueven mis dientes un poquito. ¿Hay solución?
Si. Pero entendamos el problema. Tenemos que tener en cuenta que cuando se retraen las encías se retrae o pierde el hueso debajo de éstas.
Es decir que cuando vemos las retracción gingival (de encías) la pérdida de hueso ya comenzó.
¿Por qué se retraen las encías?
Hay varias causas. Pero veamos dos de las más frecuentes: la infecciosa que
acontece cuando atacan las bacterias de la placa microbiana (por poco o incorrecto cepillado –mala técnica, mal cepillo, falta de hilo dental, por ejemplo-). Estas generan una inflamación que comienza con una gingivitis (inflamación de encías, con sangrado y enrojecimiento). Luego continúa la infección a los tejidos que unen el diente al hueso –periodonto-. Hay más de un grado de esta infección, a la que comúnmente se llamaba ante «piorrea».
La otra es la incorrecta oclusión (mordida), o problemas del funcionamiento oclusal como el bruxismo.
Esta pérdida de hueso y retracción de las encías es indolora en general, silenciosa, y nos damos cuenta cuando ya está avanzado el proceso destructivo.
Puede aparecer en una sola pieza dentaria (un incisivo inferior es habitual), o en todas o asi todas las piezas dentarias.
¿Significa esto que voy a perder mis dientes?
No. Si intervenimos a tiempo podemos prevenir consecuencias nefastas.
En los casos de infección, una buena limpieza de boca puede ser suficiente acompañado de indicaciones del dentista de cómo higienizarnos. Otras veces, hay que eliminar la infección, mediante técnicas convencionales muy eficaces, láser que desinfecta las zonas afectadas o incluso pequeñas y efectivas cirugías.
En los caso de bruxismo y mala oclusión puede atenderse la causa con un tratamiento oclusal y detener el avance. Dependiendo del grado de pérdida ósea, debe hacerse una regeneración ósea guiada (ROG), o no.
Piense lo siguiente: cuando tomamos una botella con la mano, en general nuestros dedos no llegan a toda la circunferencia de la botella. Sin embargo, la botella está firmemente en nuestra mano. La analogía refiere a que si bien no hay hueso alrededor de toda la raíz de los dientes, el hueso que sí se mantiene alcanza para mantener los dientes.
Pero en muchos casos la retracción de las encías (y el hueso perdido) merecen una reparación, que no sólo recupera la salud, sino también la estética.
¿Y la sensibilidad al frío? ¿Se puede eliminar?
Si. La encía (y el hueso) se llevan a los niveles normales mediante técnicas muy conservadoras. Cubiertas las raíces por la posición recuperada de las encías (como la tuvimos de jóvenes, o como deberíamos tenerla) esa sensibilidad ya no tiene lugar.
¿Cómo es el procedimiento?
Se utilizan técnicas de microcirugía guiada por imágenes, y a la aplicación de materiales de última generación como el plasma rico en plaquetas y proteínas con alto potencial regenerativo, logrando la cobertura de la superficie con tejido estable y permanente evitando el incremento de la sensibilidad ante la ingesta de alimentos.
Si no hay sensibilidad, mejor aún. Pero la recuperación y regeneración se logra de igual forma.
En otros casos se utiliza el láser en técnicas regenerativas no invasivas.
¿Cómo puedo saber si mi caso es para cirugía?
La consulta con el especialista en periodoncia (en encías y periodonto), es importante. Es posible que éste requiera tomografías y algunas radiografías para hacer un diagnóstico correcto. Planteará la solución más sensata y conservadora, para conseguir la salud de los tejidos.
«Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo.»
«No hay que temer a nada en la vida, solo hay que comprender.»
Maria Salomea Skłodowska-Curie, 1867-1934, (conocida como Marie Curie) fue una química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radioactividad, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel (1903 de Física y 1911 de Química) y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.