Veo que mis dientes están desgastados. Hace poco los tenía bien, pero en poco tiempo los desgasté. ¿Es importante? ¿Hay forma de arreglarlos fácilmente?
Cuando nos damos cuenta que tenemos degastados los dientes, debemos tener en cuenta que el proceso comenzó hace ya algunos meses al menos. No somos capaces de identificar el daño producido en pocas semanas.
¿Podemos evitar el desgaste?
Si. Debemos hacer controles en nuestra/o dentista y apenas vea algún signo de desgaste (imperceptible para nosotros), que actúe enseñándonos a reeducar los músculos mandibulares, y/o colocando al menos una placa de relajación.
Tenemos que tener en cuenta que desgastamos los dientes principalmente en tres momentos: al dormir, al manejar (si, y mucho), y cuando estamos concentrados (frente a una computadora por ejemplo).
Y hay un cuarto momento: ¡cuando jugamos al tenis! Cada drive o revés, equilibrados en nuestro pie contralateral, apretamos la mordida para lograr el top con la fuerza y la dirección correctas.
Debemos cuidarnos en estos momentos usando una placa súper fina, que no nos molesta ni distrae y evita el desgaste.
¿Se pueden arreglar los dientes desgastados?
Si. Aunque es muy común estudiar entre varios colegas tu caso, porque es muy importante cuál material es el ideal.
Si es uno convencional suele ser muy duro o muy blando. Si es muy duro va a desgastar rápidamente a la pieza dentaria antagonista (a la que toca en la mordida), si es muy blando se va a perder muy rápido en boca.
Y además debe cuidar y restituir la estética.
Por ello nuevas cerámicas (digitales en su mayoría), y las nuevas resinas de circonio cumplen con las exigencias estéticas plenamente (¡son hermosas!) así como la dureza ideal para cada situación.
También ayuda que mantienen un coeficiente de expansión térmica similar o igual al esmalte dentario en muchos casos.
Existen casos en los cuales se opta por un desgaste planificado con un nuevo material que se repones 5 a 7 años más tarde.
Contar con los materiales apropiados, saber elegir cuál de ellos, y dominar la técnica es fundamental para frenar el desgaste.
Si dejas que los desgastes avancen (omo cantaba el Fantasma de la Ópera) hay un Punto sin Retorno, en el cual, además de tus dientes, comienzan a afectarse otras partes: la función de tu boca cambiará para peor, el desgaste irá cada vez más rápido, y no solo perderás dientes, sino también huesos, encías y se comprometerán tus articulaciones mandibulares.
Evita el “punto sin retorno”.
“Debe hacerse en cada momento, lo que en cada momento es necesario”. José Martí.