Las radiografías regulares han sido durante mucho tiempo una característica de los chequeos dentales de rutina y pocos de nosotros pensamos en ellas, hasta la semana pasada cuando un nuevo estudio advirtió que estas exploraciones podrían duplicar el riesgo de desarrollar cáncer de tiroides.
No es verdad
Un estudio internacional de poco más de 300 pacientes con cáncer de tiroides descubrió que las radiografías repetidas aumentaban drásticamente el riesgo de la enfermedad, lo que llevó a los investigadores a cuestionar la creencia generalizada de que la radiografía dental es absolutamente segura.
Los expertos están divididos sobre cuánto peso colocar en el estudio, que se basó en el retiro de rayos X de los pacientes y se llevó a cabo en Kuwait, donde la incidencia de la enfermedad es mucho más alta que en el Reino Unido.
Pero sí están de acuerdo en que la tiroides y el tejido circundante son muy sensibles a la radiación.
A mi me asusta mucho
Varios estudios anteriores han informado sobre un vínculo entre las radiografías dentales y los cánceres de la tiroides, las glándulas salivales y el cerebro, y se sabe que los dentistas y sus asistentes tienen un mayor riesgo de desarrollar tumores.
La exposición, particularmente en la infancia, es un factor de riesgo reconocido para el cáncer de tiroides.
En Ucrania, hubo un fuerte aumento en los casos después del accidente del reactor nuclear de Chernobyl, y un salto similar se observó en Japón entre los sobrevivientes de las bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki.
Pero la nueva investigación sugiere que las dosis mucho más bajas también representan una amenaza.
Una lista para tu VIDA
Para reducir su riesgo de exposición a la radiación, seguí estos pasos:
• No tomes radiografías de rutina. Si no tenés problemas dentales continuos, los escaneos cada dos años, o más, son suficientes.
• Si cambiás de dentista, llevá una copia de tus radiografías.
• Asegurate de que tu dentista use una máquina de rayos X digital de mínima exposición (menos de una décima de segundo): mirala detenidamente!
• Para la exposición más baja, encontrá un dentista que utilice radiografía digital: buscá los cables!
• Pedile a tu dentista un escudo para proteger otras partes del cuerpo de la radiación.
La dosis segura
Lynne McTaggart, editora de “What Doctors Do not Tell You” (“Lo que los doctores no te dicen”), dice: ‘No existe tal cosa como una dosis segura. Hay una indiferencia sorprendente por el peligro que representan «.
Lo mejor es irradiarse al mínimo con RVG y máquinas especiales:
Las máquinas de rayos X colimadas y digitales sumadas a los RVG (radiografías digitales que las ves en una computadora) utilizadas en la odontología moderna significan que existe un riesgo mínimo de dispersión de la radiación.
Como resultado de tales desarrollos, Lynne McTaggart dijo que los niveles de radiación usados en odontología se han reducido exponencialmente en los últimos 15 años. En Uruguay hace tiempo que contamos con esta tecnología, aunque no está generalizada.
Actualmente estos aparatos radiografías digitales (se ven en una computadora) y máquinas radiográficas de mínima exposición (en nuestro caso es de una décima de segundo) han mejorado mucho.
Su consejo: Si te ofrecen una radiografía, deberías preguntar: “¿De verdad, realmente necesito esto?”