Así me enteré de la noticia por parte del Profesor Javier Higuera, quien dicta un poderoso curso de Láser aplicado a la biología. Y agregó: “Premio Nobel para el Láser como herramienta”.
Y es muy real su enseñanza, que tantas veces nos grabó en nuestras mentes: el láser es otra herramienta.
Hay que saber usarla en cada paciente y en cada tejido, en cada enfermedad y en cada caso en particular, en cada tiempo y en cada momento, frente a cada problema, respuesta y evolución.
Eso lo da la práctica, el estudio y el intecambio con los colegas. por ello seguimos vinculados al láser y los grupos de estudio.
Y EL NOBEL VA PARA…
El norteamericano Arthur Ashkin (1922), el francés Gérard Mourou (1944) y la canadiense Donna Strickland (1959) han recibido el Premio Nobel de Física 2018 «por sus invenciones revolucionarias en el campo de la física láser» según anunció hace unos días la Real Academia de las Ciencias de Suecia, en Estocolmo.
Una mitad del galardón es para Arthur Ashkin «por las pinzas ópticas y su aplicación en los sistemas biológicos». Comenzó sus estudios en 1963, tres años más tarde del desarrollo del Láser por Maiman.
La otra mitad es para Gérard Mourou y Donna Strickland «por su método de generar pulsos ópticos ultracortos de alta intensidad».
LA MUJER EN EFE DE FÍSICA
Strickland es la tercera mujer que gana el Premio Nobel de Física, tras conseguirlo Marie Curie en 1903 y Maria Goeppert-Mayer en 1963, ambas nacidas en la actual Polonia.
También es la primera mujer en 55 años en recibir el premio. «Necesitamos celebrar a las mujeres físicas porque estamos allí. Me siento honrada de ser una de esas mujeres», dijo Strickland en una conferencia de prensa luego del anuncio en Estocolmo.
Hablando sobre ser la tercera mujer en ganar el premio, dijo: «Esperemos que el tiempo de las mujeres comience a avanzar a un ritmo más rápido».
LO QUE MERECE UN PREMIO NOBEL
Arthur Ashkin, de 96 años de edad, inventó unas pinzas ópticas que, con sus dedos de rayos láser, agarran partículas, átomos, virus y otras células vivas. «Con esta nueva herramienta Ashkin realizó un viejo sueño de la ciencia ficción: mover objetos físicos usando la presión de radiación de la luz. Consiguió que la luz láser empujara partículas pequeñas hacia el centro del haz de luz y las retuviera ahí. Las pinzas ópticas habían sido inventadas», explica la Real Academia de las Ciencias de Suecia en un comunicado. En 1987, Ashkin utilizó las pinzas para capturar bacterias vivas sin dañarlas, lo que supuso un gran avance científico.
Gérard Mourou y Donna Strickland allanaron el camino hacia los pulsos de láser más cortos e intensos creados por la humanidad; ayudaron a desarrollar impulsos láser cortos e intensos que tienen amplias aplicaciones industriales y médicas.
Tuvieron éxito al crear pulsos de láser ultracortos de alta intensidad sin destruir el material amplificado. Si un pulso se comprime a tiempo y se vuelve más corto, entonces más luz se amontona a la vez en el mismo espacio pequeño; la intensidad del pulso se incrementa espectacularmente. La nueva técnica inventada por Strickland y Mourou, denominada amplificación de pulso gorjeado (chirped pulse amplification), pronto se volvió habitual en los posteriores láseres de alta intensidad. Se aplica, entre otras cosas, en las cirugías correctoras oculares, o en el campo dental con los SUPER PULSADOS.
UNA HERRAMIENTA ESENCIAL
Antes no lo sabía. Ni siquiera lo imaginaba. Pero hoy con un láser puedo hacer tratamientos imposibles hasta ahora, o simplificar (en mucho) los que antes hacía.
Como dijo Higuera, “el láser como herramienta”.
Donna Strickland durante una entrevista matutina para http://nobelprize.org, poco después de escuchar la noticia de que había sido galardonada con el Premio Nobel en Física.
Fuentes
Academia de Ciencias de Suecia
National Geographic