Estudiando esta pandemia se ha constatado un aumento en la incidencia de bruxismo y otras afecciones dentales relacionadas con el estrés. Pero también de los costos. ¿Es lógico?
Una encuesta de la American Dental Asociation (ADA) descubrió que más pacientes han desarrollado bruxismo como resultado del estrés durante la pandemia de SARS-CoV-2 y que hay un aumento general de las condiciones de salud bucal relacionadas con el estrés. Según el director científico de la asociación, la tendencia significa que los chequeos dentales de rutina nunca han sido más importantes.
LAS CONSECUENCIAS AUMENTARON MUCHO
La última encuesta mensual del Instituto de Políticas de Salud de la ADA a dentistas de EE. UU. encontró un aumento significativo en la notificación de problemas dentales relacionados con el estrés.
Principalmente, se vio que el 71% de los encuestados informaron un aumento en la incidencia de bruxismo y que también habían aumentado otras afecciones dentales relacionadas con el estrés.
Un 63% de los encuestados informó un aumento en los dientes astillados y agrietados.
Finalmente, 62% informó un aumento en los síntomas del trastorno de la articulación temporomandibular.
NUESTRAS BOCAS SUFREN Y SUFRIRÁN MÁS
El estrés pandémico afecta a los pacientes en forma mucho más frecuente desde la aparición del COVID-19.
Así es, las consecuencias siguen apareciendio día a día, y puedo dar fe de ello. Cada vez más pacientes requieren Tratamientos oclusales.
Estos constan de más de una placa neuro mio relajante (3 a 8, en general), láser con puntas especiales de biomodulación (Gemini BPM), Ejercicios y equilibrado oclusal.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
El Dr. Marcelo Araujo, director científico de la ADA, dijo que «Es más importante que nunca que las personas mantengan su salud dental, incluida la visita al dentista con regularidad para abordar cualquier problema que pueda tener un impacto a largo plazo«.
¿SUBIERON O BAJARON LOS PRECIOS?
De las medidas que se estaban tomando para mantener la estabilidad financiera, el aumento de las tarifas era la más común, o reduciendo las horas de trabajo, o cambiando de proveedores con costos menores.
A nuestro entender, aumentar costos o buscar proveedores más baratos, es contraproducente. Bajar calidad y aumentar precios es lo contrario a lo que debemos ofrecer.
Generalmente, según el estudio, hay menos medidas de ahorro de costos en las prácticas de grupos más grandes en comparación con las informadas por las clínicas pequeñas o individuales.
Por ello, nosotros establecimos convenios con proveedores locales e internacionales para disminuir los precios finales, así como organizar la clínica para facilitar la forma de pago a los pacientes.
Por lo tanto, tenemos que prepararnos para una realidad de salud y económica más difícil que antes de la pandemia. Por ello, es nuestra responsabilidad adaptarnos a las nuevas circunstancias, para beneficio de nuestros pacientes.
Fuente Principal:
Jeremy Booth, Dental Tribune International
