Pensábamos que iba a aumentar el stress y con éste aumentaría el bruxismo y sus consecuencias. Fue así.
Y también aumentó la cantidad de pacientes con enfermedad periodontal o de encías.
LOS PROBLEMAS MÁS COMUNES
No es sólo apretar los dientes o frotarlos, el bruxismo abarca consecuencias como tinitus (sonidos en los oídos), dolores y contracturas musculares, saltos en las articulaciones, dolores de cabeza, cara y cuello, pseudo neuralgias, retracciones gingivales, reabsorciones de hueso, abfracciones (cuellos desgastados), movilidad dentaria, cambios de color en las piezas y grandes desgastes dentarios.
¿Demasiado? Aunque lo parezca, las consecuencias son reales y hay aún más.
El otro gran problema que dejó la pandemia (que nosotros observamos) son los problemas periodontales. Estos tienen dos causas principales: el trauma dental (mala oclusión y bruxismo -otra vez-) y las bacterias.
Las consecuencias son el sangrado de encías, mal aliento y mal olor en la boca, movilidad dentaria y pérdida de dientes.
Por tanto, el stress afecta la función y baja las defensas. El sistema inmunológico falla y es campo fértil para las infecciones de encía y periodonto: gingivitis y periodontitis.
SOMOS TESTIGOS: NOSOTROS TAMBIÉN VIVIMOS EL STRESS
Los días anteriores al viernes 13 de marzo ya estábamos preparándonos para nuestros pacientes: estudiando, diseñando planes y protocolos para urgencias, en caso de cerrar, y para lo que fue llamada “nueva normalidad”. Buscando materiales descartables, termómetros y otros elementos imprescindibles.
Durante un mes y medio (desde el 13 de marzo a mayo) cerramos la Clínica, atendiendo sólo urgencias bajo estrictas medidas.
Y luego, también bajo estrictas medidas (aprendidas y conversadas muchas veces) comenzamos la atención en la Nueva Normalidad, en horarios reducidos que venimos ampliando.
Fue muy exigente. Vivimos esto con mucho stress, cuidando protocolos (que ayudamos a redactar junto a colegas de otros países) para cuidar a nuestros pacientes. Y lo logramos.
“No les evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles a superarlas.” Louis Pasteur.