¿Cómo te sentirías si al entrar al consultorio odontológico te apuntan a la cabeza? No te asustes: es un termómetro de distancia. Es parte de la NUEVA NORMALIDAD.
LA SALA DE ESPERA NO ESTÁ
Llegás a la hora de tu cita. No hay nadie en la sala de espera, y no hay revistas.
No te cruzás con ningún paciente. Los pacientes son citados con mucho tiempo entre uno y otro.
Una persona con máscara de acetato especial, mascarilla N95 o FFP2, gorro, sobretúnica, pantalones especiales, botas y guantes te apunta con el termómetro, te ofrece zapatones descartables para colocar sobre tus zapatos, te da alcohol en gel para frotar tus manos, y un par de guantes descartables de nitrilo que te colocarás.
Luego te entrega una hoja con unas pocas preguntas para que llenes y pasarás inmediatamente a la consulta, sin tocar nada (pese a tener guantes).
Si quisieras pedir un turno, pagar o hacer preguntas, lo harás detrás de una línea amarilla a un metro de la recepción, que ahora tiene una MAMPARA DE ACRÍLICO para protección tuya y de la persona que te atiende.
Es bueno que no utilices el baño, excepto casos de urgencia. Pero no para lavarte los dientes o las manos.
LA NUEVA NORMALIDAD: EL CONSULTORIO
Pasás por una sticky mat (alfombra pegajosa) y entrás al área clínica y al consultorio. No hay nada. Todas las mesas vacías. Sólo una bandeja.
El sillón tiene un (nuevo) film, al igual que la computadora y su monitor, teclado y ratón, la pantalla grande delante de ti.
Todo fue previamente desinfectado: todas las superficies. Te sentás en el sillón, cómodo, y se te cubre con un campo quirúrgico con un orificio (mediano) para la cara.
Respirás bien.
Te dan un gorro, un pequeño vaso descartable con agua oxigenada al 1 a 3% (3 a 10 vol) para un enjuague que no descartás en la salivadera (no está) sino que te la quitan con suctores de alta potencia, te limpian la cara con desinfectantes suaves para la piel, pero eficaces.
Luego colocan una BARRERA de acrílico articulada para separarte del odontólogo y asistente.
Ves bien y estás protegido.
EL PERSONAL DE SALUD
Esperás encontrar a dos astronautas, pero no es tan así. Tienen zapatones, gorro y guantes como tú. Además un ambo y sobretúnica descatable, un tapabocas con válvula amarilla o blanca (pero no de exhalación), y una máscara que le cubre cara y cuello.
Se cambian con frecuencia los guantes, y deben controlar con los suctores (por ello hay dos o tres) para evitar que la pulverización de los fluidos salga de tu boca. Muchas veces te trabajarán con una goma (aislación absoluta) y otras te colocarán un abrebocas con suctor incluido.
Luego, te explican algo de tu tratamiento o dejan para hacerlo por vía remota (videollamadas, llamadas telefónicas o mensajes).
Y TE VAS
Te quitas los zapatos (con o sin ayuda), el gorro y los guantes: hay un recipiente especial donde descartarlos.
No te cruzás con nadie, porque el consultorio está dividido en esclusas: cada parte del consultorio está separada de la otra por vidrios o acrílicos, y con puertas INDEPENDIENTES, hasta para salir al exterior.
El pestillo de la puerta está desinfectado, por supuesto.
Abrís y te vas. Seguro y tranquilo.
QUÉ PASA ADENTRO
Se pulveriza TODO el consultorio dejando que la sustancia actúe.
Cerrando el ciclo: cuando llegás todo fue desinfectado por pulverización, aireado y todo está perfecto.
Dice el Ministerio de Salud Pública en uno de sus informes: “No todos los entornos dentales se encuentran diseñados y equipados para el manejo adecuado de pacientes que requieren precauciones para evitar la transmisión de enfermedades…”
Por ello NOS TRANSFORMAMOS, cuidando hasta el mínimo detalle. Entre todos debemos cuidarnos en esta NUEVA NORMALIDAD.