Los hallazgos de un estudio en Alemania han demostrado que una dieta optimizada para la salud oral puede reducir significativamente la inflamación gingival y periodontal en un rango clínicamente importante sin cambios en el desempeño de la higiene bucal.
Somos lo que comemos
Esa frase se adjudica a Ludwig Feuerbach (Alemania). Pero me gusta más la que dijo Hipócrates, considerado el Padre de la Medicina (Isla de Cos, Grecia, 460ac-370ac): “Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”.
Friburgo, Alemania: De acuerdo con los resultados de un estudio en Alemania, las personas que sufren de gingivitis y enfermedad periodontal deberían considerar el cambio de su alimentación con el fin de mejorar su salud bucal.
En el estudio, los participantes que siguieron una dieta baja en carbohidratos y ricos en ácidos grasos omega-3, vitaminas C y D, antioxidantes y fibra durante cuatro semanas mostraron valores de inflamación significativamente más bajos que los participantes del grupo que no cambiaron su dieta.
La investigación
El estudio, titulado «Una dieta de salud oral optimizada puede reducir la inflamación gingival y periodontal en los seres humanos-Un estudio piloto aleatorizado controlado», fue publicado en la revista BMC Oral Health.
Aparte de no usar limpiadores interdentales, a los participantes se les recomendó no cambiar sus rutinas de salud oral durante el período de estudio.
La dieta correcta
Las instrucciones dietéticas en el grupo experimental
1) incluyeron limitar en la medida de lo posible la cantidad de fructosa, disacáridos, bebidas azucaradas y comidas, alimentos que contienen harina, arroz y papas.
2) Se excluyeron las frutas y verduras (polisacáridos), siempre y cuando se considerara la cantidad total de carbohidratos.
3) El protocolo dietético incluyó además la ingesta diaria de ácidos grasos omega-3 (como las cápsulas de aceite de pescado, una porción de pescado de mar, dos cucharadas de aceite de linaza),
4) una restricción de la cantidad de ácidos grasos trans en la medida de lo posible (Tales como comidas fritas, papas fritas, rosquillas, croissants, etc.)
5) y una reducción de los ácidos grasos omega-6 en la medida de lo posible (tales como aceite de cártamo, aceite de semilla de uva, aceite de girasol, margarina, aceite de sésamo y aceite de maíz).
6) Además, cada participante tenía que asegurar la ingesta diaria de antioxidantes (un puñado de bayas, una taza de té verde o café, etc.),
7) una fuente de vitamina C (como dos kiwis, una naranja o un pimiento)
8) y una fuente de vitamina D (15 minutos de exposición al sol sin protección, suplementos nutricionales, 300 g de aguacate, etc.).
Con el fin de asegurar que todos los participantes siguieran estas recomendaciones, se les pidió que documentaran su ingesta diaria en un diario de alimentos.
Resultado excelente
Después de cuatro semanas, los participantes en el grupo bajo en carbohidratos mostraron una reducción significativa de la inflamación gingival y periodontal en comparación con el grupo control. Según los investigadores, la reducción de carbohidratos, en particular, condujo a una mejora significativa en el índice gingival, sangrado en el sondeo y la superficie periodontal inflamada.
Como corolario, los resultados apoyan el concepto de que los hábitos alimenticios occidentales modernos, promueven procesos inflamatorios en encías y periodonto, entre muchos otros problemas de salud.
Muchos pacientes llegan al consultorio con problemas de inflamación de las encías, sangrado, y/o hasta movilidad de algunos dientes.
Con una buena dieta, los podemos ayudar también.