Me cuido los dientes desde chica. En casa mi mamá me insistía con cepillarme los dientes luego de cada comida. Y visitábamos al odontólogos dos veces por año. Pero tanto de niña como ahora cada vez que voy al dentista me encuentra alguna caries. ¡Me indica cepillarme! ¡Como si no lo hiciera!
No quiero que a mis hijas les pase lo mismo y las llevo a que las controlen. Y otra vez: le enseñan a cepillarse. Yo misma les cepillo sus boquitas y ya saben hacerlo solitas bastante bien. Pero tengo miedo que les pase lo mismo que a mi, y terminen como yo: llenas de amalgamas, incrustaciones, resinas y no sé qué otras cosas más que completan el carnaval de mis dientes.
¿Se puede evitar la caries?
¡Por supuesto! Como en la mayoría de las enfermedades hay un componente genético y otro de factores ambientales.
En el caso de la caries, el componente genético es la resistencia menor o mayor del diente frente a ésta. Aquí englobamos estructura dental, cantidad y características químicas y físicas de la saliva, distribución de las piezas dentarias, movilidad de los tejidos blandos orales (lengua, labios, mejillas, etc.), la flora bacteriana normal de la boca, y algunos más.
Por factores ambientales, tenemos los conocidos azúcares (sacarosa, p.e.), y alimentos que ayudan al debilitamiento del diente o la multiplicación de bacterias que causan la caries.
De allí que hay alimentos que ayudan a limpiar mecánicamente, o a cambiar el grado de acidez de la boca; pero la higiene es fundamental con pastas con tecnología que neutralice los ácidos (Neutrazúcar).
Como sabemos, «Mejor es prevenir que curar». (Erasmo de Rotterdam, filósofo holandés).
Eso ya lo sé. ¿Hay algo más que pueda hacer?
Si. Endurecer los dientes con productos mineralizantes en la infancia y adolescencia es muy importante. Y también en el adulto, si se diagnostican zonas con estructura dañada. Esto se hace con transiluminación verde o naranja, principalmente, utilizando el sistema TransLume.
Pero es prioritario que el odontólogo sepa observar las fosas y fisuras de los premolares y molares (y las fosas detrás de los incisivos y caninos), tanto en niños y adolescentes, como en adultos. Y en niños, tanto en dientes temporarios o de leche como en los definitivos o permanentes.
Sellar las piezas que correspondan es quizás el cambio más profundo y el bien mayor que un dentista puede hacer por un paciente
¿Con qué se sellan los dientes?
Existen muchos sellantes en el mercado. Y muchos se caen total o parcialmente, se descascaran o se tiñen.
El sellante correcto debería actuar como una barrera protectora de los dientes, sellando fuera las bacterias y la comida lo que, a su vez, previene la caries. Recomendado más a menudo para ser colocado en niños, la Academia Americana de Odontología Pediátrica (AAPD) dice: «La colocación de sellantes en niños y adolescentes ha mostrado una reducción en la incidencia de caries de 86% después de un año y de 58% después de cuatro años.» Además, la AAPD declara: «La mayoría de las caries en niños ocurren en lugares que los sellantes podrían haber protegido. El deterioro de las fosas y fisuras es el resultado del 80 – 90% de las caries en los dientes posteriores permanentes y del 44% en dientes de bebés.»
UltraSeal XT hydro es un sellante una tecnología adhesiva avanzada que asegura su longevidad. Es más fuerte y más resistente al desgaste. Más aún si se endurece en tres segundos con la lámpara VALO, un prodigio de eficacia. El sellante queda muy duro y estable, manteniéndose en el tiempo. Es transparente o del color del diente. Pero si queremos ver si sigue allí, podemos usar una luz negra (ultravioleta): y allí se ve la fina línea de nuestro protector dental: ¡es fluorescente!