Me quiero blanquear mis dientes. Pero no podría dejar el café. ¿Es imposible hacerme un blanqueamiento dental sin prohibirme tomar y comer lo que quiero?
Cambiar el color de los dientes, no cambiar de vida.
El objetivo que nos planteamos siempre es que el paciente viene en busca de tener los dientes más claros.
Limitarle sus hábitos y hacer de su blanqueamiento una experiencia incómoda en la que tenga que cambiar su hábitos de alimentación y cuidarse de todo durante todo el día, todos los días, es modificarle su vida.
No queremos eso.
El paciente debe vivir una vida normal.
El Secreto de una Vida Normal con Dientes Blancos
La palabra clave es PERMEABILIDAD. La permeabilidad de nuestros dientes (estructura dentaria) debe ser evaluada, y así determinar cuál es la mejor estrategia.
Lo primero que tenemos que pensar es que los blanqueamientos dentales son tratamientos odontológicos. No se trata solamente de algo cosmético que podemos resolver con un producto que compramos en el mercado.
Esto significa que debemos ser evaluados por un dentista especializado. El profesional, entre otras cosas, diagnosticará nuestra estructura dentaria y determinará cuáles son los mejores caminos para nuestro caso.
Hemos mencionado otras veces que es imprescindible un diagnóstico por transiluminación con lentes TransLume y Black Lens de VALO.
La PERMEABILIDAD de nuestros dientes puede ser aumentada, o disminuida, dependiendo de la etapa de nuestro blanqueamiento, y estabilizada.
Un blanqueamiento que dure mucho tiempo
Eso es lo que queremos. Pero cada uno de nosotros es diferente.
Tenemos hábitos alimenticios diferentes, estructuras dentarias con permeabilidades diferentes, y exigencias diferentes.
En cada blanqueamiento que dura poco, el dentista encuentra una razón (o excusa?) para explicar el motivo.
Sin embargo, los sistemas de MANTENIMIENTO son mucho más importantes que los hábitos alimenticios!
Aprender cómo mantener un blanqueamiento impecable es nuestro derecho, y el deber del dentista.
Podemos convivir con los dientes blancos y con los jugos de frutas, los alimentos con colorantes, un sabroso té, un buen café, y todo lo que disfrutamos.
No concibo una vida de privaciones en aras de la estética.
¡Disfruta la vida y tus dientes blancos!