¿Quién decide qué blanqueamiento elegir? ¿El paciente o el dentista?
Mi opinión es que el paciente decide qué resultado quiere, y decide, también, sus preferencias sobre las opciones que el dentista le ofrece.
Pero es el odontólogo el que va a definir la estrategia, modificarla de acuerdo a la respuesta biológica de las estructuras dentarias, cambiarla al ver los resultados (excelentes o pobres), y ajustarla a la realidad que vive el paciente.
¿QUÉ CAMBIA EL ODONTÓLOGO ESPECIALISTA EN BLANQUEAMIENTOS?
Hay varios parámetros que se pueden –y a veces se deben- cambiar: básicamente tenemos dos principales como el tiempo y la concentración de los productos; pero también el tipo de producto blanqueador, y otros.
Veamos la siguiente lista:
1) TIEMPO DE CADA SESIÓN.
Si siguiéramos usando el mismo producto blanqueador, puede aumentar, mantenerse o disminuir. O variar más radicalmente si cambiáramos de producto. O la aparatología, como por ejemplo la aplicación de láser o no.
2) CANTIDAD DE SESIONES (TIEMPO DEL BLANQUEAMIENTO).
Puede suceder que teníamos la expectativa de lograr el blanqueamiento en determinado tiempo (2 o 3 sesiones, 1 semana, etc.). Sin embargo, y de acuerdo a la respuesta de nuestros dientes, debamos aumentar el tiempo total del tratamiento. O, para nuestra sorpresa, acortarse muchísimo por la misma razón.
3) CONCENTRACIÓN DEL PRODUCTO BLANQUEADOR.
Muchas veces pensamos que mayores concentraciones nos darán mejores resultados más rápidamente. Esto no es así. Se necesita evaluar muy bien la concentración a aplicar en cada momento del blanqueamiento, para obtener el objetivo deseado.
4) CAMBIO DE PRODUCTOS.
No es extraño cambiar el producto blanqueador, ya que muchas veces es necesaria una acción específica. En algunas oportunidades se utiliza una sola vez (incluso por apenas unos minutos), o en otras se decide un cambio de producto radical.
5) AUMENTO (O DISMINUCIÓN) DE LA PERMEABILIDAD.
Aquí hacemos referencia a la permeabilidad que tienen los dientes del paciente. Es necesario aumentarla en muchos procedimientos, o, en casos de que el paciente sea muy sensible, disminuirla. esto requiere la aplicación de sustancias específicas una sola vez, varias veces antes de comenzar, 2 veces a la semana o cada vez que el paciente concurre a la consulta a blanquearse. Esto lo decide el odontólogo una vez que evalúa por transiluminación y clínicamente la estructura dentaria.
6) CAMBIOS DE ESTRATEGIA.
Es algo muy eficaz alterar el orden de los productos que se colocan o los que se utilizan en la casa. Si bien pueden ser idénticos el ORDEN es MUY IMPORTANTE. Incluso la duración de las citas, las permeabilidades y los productos forman parte de lo necesario para establecer una nueva estrategia.
7) SELLADO FINAL DE LOS DIENTES.
Siempre debe hacerse. Hay que tener en cuenta que el manejo de la sensibilidad y el sellado final del diente depende de cada paciente y tratamiento realizado.
Todo blanqueamiento es diferente, porque cada paciente es diferente, y cada momento de su vida puede presentar características diferentes.
“PRIMUN NON NOCERE”, y conseguir los objetivos de SALUD y ESTÉTICA deseados.