El COVID y el Long COVID han traído problemas orales como el bruxismo, que dan problemas en la articulación, los músculos, el periodonto y la fractura de dientes.
El COVID sigue
Por la pandemia de COVID- 19 -que continúa y amenaza con repuntar- se han venido desarrollando problemas de gran consecuencia afectando a la salud general, incluyendo a la salud mental y bucodental.
El estrés, y angustia ha generado manifestaciones clínicas psicosociales como la ansiedad, depresión, entre otros.
El estrés siendo un factor psicosocial que aumentó por esta pandemia es un factor de riesgo para desarrollar enfermedad periodontal.
Depresión y más
Así, el estrés libera moléculas en el organismo que llevan a depresión, y desánimo para realizar los hábitos de higiene oral.
También, buscar en el tabaco para liberar el estrés.
Por eso estas son condiciones que van en círculo vicioso que afectan la salud periodontal.
El estrés crónico es nocivo ya que se mantiene a lo largo del tiempo produciendo una baja de defensas del organismo.
Entonces, este va hacer un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad periodontal.
Sumado a todo esto, el bruxismo con lleva a una parafunción donde se va a producir un trauma oclusal afectando el ligamento periodontal y al hueso.
A su vez, se han reportado muchos casos de fracturas dentales a causa del estrés que genera el bruxismo.
Estrés, bruxismo y pérdida de dientes
El bruxismo como consecuencia del estrés y ansiedad es un hábito involuntario.
Consiste en el rechinamiento/apretamiento/golpeteo de los dientes, la mayoría de las veces se realiza inconscientemente cuando las personas duermen.
Pero también se da manejando un vehículo, haciendo un esfuerzo físico (incluidos los deportes como el tenis), y trabajando frente a una computadora.
El bruxismo puede desarrollar afecciones en los nervios de los músculos de la cabeza, cuello y hombros.
Muchas veces involucra a la articulación temporomandibular (ATM), y la mandíbula con el cráneo.
De esta manera, las sobrecargas musculares pueden producir problemas de bruxismo.
Los problemas relacionados con el sueño pueden tener una incidencia directa sobre el apretamiento involuntario de los dientes.
Debido a la situación actual, que aún estamos viviendo, muchos pacientes han tenido dificultades para conciliar el sueño.
En este sentido, esa tensión puede pasar a los dientes y a la mandíbula. Esto a su vez, puede empeorar los problemas de bruxismo.
Además: la periodontitis
Además, una discrepancia oclusal y una parafunción puede producir el desarrollo de la periodontitis.
Se ha demostrado que acelera la enfermedad periodontal.
También, contribuye a las complicaciones del implante, lo que afecta negativamente al éxito a largo plazo de la terapia periodontal e implantológica.
Las consecuencias del COVID
Esta pandemia por COVID-19 ha sido de gran impacto tanto para la salud física como para la salud mental y el bienestar de sociedades que se han visto afectadas gravemente por esta crisis.
El cambio de vida a causa de esta pandemia ha generado un fuerte impacto en la salud mental de la población mundial.
El bruxismo generado por ansiedad y estrés ha sido un problema en la salud oral en esta pandemia y se ha manifestado en desgastes y fracturas dentales, movilidad, afecciones en el ligamento periodontal, entre otros.
Muchos odontólogos han visto en sus consultas más dientes rotos a causa de estos problemas psicosociales que ha generado esta pandemia por COVID-19.
Las placas oclusales y/o miorelajantes ayudan a los dientes a no tener un desgaste y fracturas por bruxismo.
Estos elementos ayudan al ligamento periodontal y al hueso a limitar las posibles injurias.
Pero están lejos de ser, por si solas, la solución.
Se necesita al menos un tratamiento oclusal.
Láser, placas relajantes diversas, ejercicios musculares y/o articulares, así como el equilibrado de la función, son algunos de los factores que debemos poner al servicio del paciente.
Fuente Principal
Michelle Morón Araújo
Int. J. Odontostomat.
World Health Organization (WHO)