Las restauraciones (“arreglos”) que tengo están feos. Quiero reemplazarlos sin estropear mis dientes. ¿Es posible?
Muchas veces buscamos los metales, o cambiar las resinas en mal estado, o las cerámicas opacas o con bordes oscuros.
Uno de los desafíos en la odontología restauradora es reemplazar las restauraciones antiguas.
Lo primero que tenemos que obtener es toda la información sobre la salud y el estado de los dientes debajo de los materiales originales, para lograr un buen diagnóstico y una planificación del tratamiento, para hacer todo con precisión. Además del estudio clínico se requiere transiluminación, radiografías 3D digitales, fotografías y otros estudios.
Es importante conocer la salud estructural de los dientes, así como al diseño de la preparación original, para determinar el material nuevo y la técnica que será elegida para la restauración final.
Uno de los elementos principales, además del diagnóstico estético digital (Diseño Digital de la Sonrisa, si fuera el caso), es la función del sistema estomatognático: de la boca y los elementos adyacentes, así como los que influyen desde más lejos (nuca, cuello, sienes, etc.).
Debemos tener muy en cuenta que lo que hagamos sea coherente con las articulaciones del paciente, el sistema neuromuscular y la mordida (oclusión).
Muchas veces los dolores de un paciente no son causados por bruxismo.
Son simplificados con el término “estrés”, pero en realidad la causa son desequilibrios provocados por las restauraciones hechas en algún momento de nuestra vida.
Al reemplazar restauraciones viejas, estamos frente a una buena oportunidad para corregir problemas funcionales (además de los estéticos) que arrastramos desde hace años. Estos pueden ser la causa de dolores en cara, cabeza y cuello, encías, periodonto y hueso, así como molestias dentales.
Y por supuesto, la nueva PUNTA BIOMODULADORA GEMINI es una HERRAMIENTA ESENCIAL.
Eliminación de sustancias tóxicas
Es también la oportunidad para hacer ese cambio, quitando metales que se corroen, o materiales plásticos filtrados que están penetrados por bacterias.
Se eligen materiales nobles, adecuados al caso, para sanear la boca. Debemos pensar en la salud actual y futura.
Odontología no invasiva
Cuanto menos toquemos los dientes sanos, mejor. Sin embargo debemos pensar con sensatez y tener en cuenta que el paciente no es un diente o un conjunto de dientes, sino un organismo entero con muchas partes con relación directa de lo que hagamos en la boca.