Hoy contamos con excelentes implantes: con titanio y circonia logramos restauraciones precisas, funcionales y muy estéticas. Pero todo puede mejorarse.
NANOTECNOLOGÍA EN LOS IMPLANTES
La micro y nanotecnología están ganando importancia en el campo de la medicina y odontología, más particularmente en implantología.
Los implantes dentales proporcionan una excelente manera de mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, el riesgo de inflamación todavía existe y, en el peor de los casos, podría llevar a la extracción del implante del paciente, con la consecuente pérdida de hueso y otros tejidos.
Para abordar este problema, los investigadores del Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT), junto con expertos en implantes dentales, han desarrollado una superficie nanoestructurada que reduce el crecimiento de bacterias para acelerar la cicatrización de heridas después de la implantación.
LO QUE PASA AÚN HOY
El titanio es el material de elección para los implantes porque es biocompatible y garantiza una buena oseointegración. Hasta ahora, la optimización de los implantes dentales se ha centrado principalmente en la superficie de titanio con el fin de mejorar aún más este proceso. Sin embargo, el tejido alrededor de los implantes dentales puede inflamarse incluso después de una oseointegración exitosa.
El objetivo principal para las bacterias es el pilar. Si el tejido gingival no crece adecuadamente sobre el pilar, se pueden formar bolsas a través de las cuales las bacterias pueden llegar al hueso de la mandíbula y causar inflamación. Si esto ocurre, se debe eliminar todo el implante.
UNA SOLUCIÓN EN CAMINO
El equipo de Microtecnología Biomédica (BioMEMS) de KIT en el Instituto de Tecnología de Microestructuras (IMT) quería resolver este problema. Su investigación se basa en un pilar optimizado. Los surcos más pequeños que el ancho de un cabello corren alrededor del pilar y guían a las células responsables de la curación de heridas en la dirección correcta. De esta forma, la reparación del tejido se acelera. «Este sistema es nuestro punto de partida», dijo Patrick Doll, del doctorado en el IMT.
El desarrollo adicional se centra en dos aspectos: una estructuración más precisa de los surcos para una mejor orientación de las células y la búsqueda de una nanoespacio óptima a la que las bacterias no pueden unirse.
MÁS ALLÁ DE LA ODONTOLOGÍA
«Creemos que nuestro enfoque estructural es muy prometedor», enfatizó Doll. La producción de las nanoestructuras a base de silicio es precisa y reproducible. En el transcurso del proyecto, los investigadores también desarrollaron métodos para la transferencia al titanio. Después de concluir la primera fase en el laboratorio, se realizarán pruebas preclínicas. Además de la odontología, los expertos ven el potencial de aplicación de placas óseas, implantes cocleares y articulaciones artificiales, entre otros.
«La micro y nanotecnología pueden mejorar de forma sostenible los implantes dentales», concluyeron el Prof. Andreas Guber y el Dr. Ralf Ahrens, que dirigen el grupo de investigación BioMEMS.
El proyecto fue financiado por el Ministerio Federal de Asuntos Económicos y Energía de Alemania. Las investigaciones biológicas fueron llevadas a cabo por el Departamento de Odontología Operativa y Periodoncia en el Centro Médico de la muy prestigiosa Universidad de Friburgo en Alemania (fundada en 1457). Fue publicado el 16 de julio de 2018.
Fuentes principales: Europe Dental News, Albert-Ludwigs-Universität Freiburg